Yo ya casi me voy. Estuve ahí desde que llegaron las lluvias de agosto. Ellas se fueron, yo me quedé. Sí me gusta pero a veces no. Es como mi hogar pero a veces hay muchas hormigas. Creo que extrañaré cada atardecer, siempre tuvo la cualidad de tener una vista hermosa, pero el frío me hacía temblar hasta dormida. Tengo emoción porque es como volver a comenzar.